Emys orbicularis: colores espectaculares en nuestra fauna autóctona

Galápago europeo - Emys orbicularis (Imagen de Enric Pàmies)

Introducción
En Europa existe un número muy reducido de especies de tortugas autóctonas, por lo que a menudo solemos disfrutar enormemente al observar especies de otros continentes con coloraciones de lo más espectaculares.
No debemos, pero, perder de vista la espectacularidad de nuestras especies autóctonas. Este artículo está dedicado precisamente a la especie con una coloración más bella de nuestro continente: el galápago europeo (Emys orbicularis).

Una especie con gran diversidad
Esta especie habita a lo largo de todo el continente europeo, desde Portugal y España hasta los países ex-soviéticos de Georgia, Azerbaijan, Kazakistan y Uzbequistan, pasando por Francia, Italia, Alemania, Grecia, países caucásicos y un largo etc, y también la podemos encontrar en algunas regiones del norte de África y en algunas islas mediterráneas (Baleares, Córcega y Cerdeña).
Esta extensa distribución lleva implícita una gran variedad de patrones de coloración y diferencias morfológicas, lo que ha llevado a dividir esta especie entre hasta 17 subespecies (aunque el nº puede variar según la opinión de cada autor).
Como patrón de coloración general podemos describir un caparazón de color prácticamente negro con multitud de puntos amarillos, un plastrón amarillo o anaranjado con unas pocas manchas negras y una cabeza y patas de color oscuro con pequeñas esferas amarillas. Dentro de este patrón general podemos encontrar gran cantidad de variantes, como por ejemplo en cantidad y tamaño de manchas amarillas, en la coloración del plastrón, ...
Estas diferencias cromáticas no tienen porque deberse a la pertenencia a una u otra subespecie, ya que dentro de una misma población podemos encontrar ejemplares muy distintos.

Una coloración de lo más espectacular
A continuación os mostramos algunas imágenes de estas preciosas tortugas:

Ejemplar con una coloración muy viva - Imagen de Enric Pàmies

En libertad esta especie suele ser muy tímida, por lo que no se observa con frecuencia - Imagen de Enric Pàmies

Ejemplar desplazándose entre las algas - Imagen de Enric Pàmies

Emys orbicularis en el CRARC de Masquefa - Imagen de Enric Pàmies

Detalle de la cabeza - Imagen de Enric Pàmies

Detalle de la cara de un galápago europeo - Imagen de Jonathan J. González

Ejemplar fotografiado en su hábitat - Imagen de Antonio Gómez

 

La tortuga mediterránea (Testudo hermanni hermanni) en Menorca

Tortuga mediterránea (Testudo hermanni hermanni)

Origen
La tortuga mediterránea (Testudo hermanni hermanni) ha sido introducida en la isla de Menorca (al igual que en la isla de Mallorca) durante muchos siglos.
Se piensa que pudo empezarse a introducir hace unos 3.000 años, en la época talaiótica, aunque las introducciones más importantes se realizaron muchos siglos después.
Se trata de una introducción accidental, puesto que la mayoría de barcos de guerra y de transporte de mercancías utilizaban las distintas especies de tortugas terrestres como una fuente de alimento. Se trataba de animales con una carne muy nutritiva y de fácil mantenimiento, ya que son animales muy resistentes capaces de vivir durante largos periodos con poco alimento y poca agua.
Sobretodo en los siglos XVIII y XIX fue cuando se introdujo un mayor número de ejemplares. Se trata de una época en que las batallas navales eran muy frecuentes, y la isla de Menorca se encontraba en un punto estratégico para controlar el flujo marítimo del Mediterráneo. En concreto, se establecieron en la isla durante bastantes años las tropas inglesas, quienes la tuvieron que defender ante los constantes ataques españoles y franceses.

Joven ejemplar alimentándose de hojas verdes

Cría de tortuga mediterránea

En las horas más calurosas se esconderán entre hierba o arbustos

Hembra encontrada al norte de la isla
 
Introducción y adaptación de la especie en la isla
Como ya hemos dejado entrever, la especie no fue introducida de forma consciente. Al llegar los barcos a la isla desembarcaban todos los víveres, entre ellos un número importante de tortugas mediterráneas. Estos animales se mantenían en jardines y huertos, pensando que al tratarse de un animal lento no se escaparían de donde las habían dejado. A lo largo de los siglos fueron muchos los ejemplares que lograron salir de estos huertos y jardines, ya que la mayoría de ellos no estaban prácticamente cercados o, si lo estaban, estaban rodeados tan solo por algunos márgenes que resultaron fáciles de escalar por estas tortugas que presentan una gran fuerza en sus patas.
Lo más lógico es pensar que la especie empezó a distribuirse por los dos extremos de la isla, es decir, en los alrededores de Ciutadella y Maó, que actualmente son las dos ciudades más grandes de la isla y poseen también los dos puertos más importantes. El puerto con más historia sería el de Maó, un punto muy estratégico en la isla (se halla en la zona más al este de Menorca) donde todavía se encuentran algunos vestigios de esta época de guerras navales (entre ellos cabe destacar el fuerte Marlborough, ocupado por los ingleses durante largos años).

Distribución y hábitat
Actualmente la especie se halla ampliamente distribuida por toda la isla. Las zonas donde actualmente se encuentran menos ejemplares es alrededor de las ciudades de Maó y Ciutadella. Esto se debe a la presión urbanística y también a la captura indiscriminada de ejemplares para ser vendidos en Barcelona como mascotas (sobretodo entre 1950 y 1980).
Como ya hemos comentado, la especie se encuentra distribuida prácticamente en toda la isla, situándose muchas poblaciones cerca de la costa del norte y sur de la isla. Esto es debido a que en Menorca los pueblos y ciudades más importantes se encuentran en el centro, a lo largo de la carretera que une las ciudades de Maó y Ciutadella.
Las poblaciones en general son elevadas, de entre 10 y 50 ejemplares por cada hectárea (BERTOLERO, 2005).
Su hábitat lo componen ambientes de dunas y de barrancos con una ligera cobertura vegetal. No son tan frecuentes en zonas humanizadas y en zonas con vegetación densa. Es habitual encontrarlas cerca de zonas con puntos de agua, aunque sean de forma intermitente. También habitan cerca de zonas con márgenes, muy habituales en la isla, que aprovecharán para esconderse en las horas más calurosas del verano y en los meses más fríos del año.
Cabe comentar que se han llegado a encontrar ejemplares de esta especie muy cerca del mar, en algunas playas del sur de la isla.

Hábitat típico de la tortuga mediterránea en Menorca

Esta especie se adapta sin problemas a zonas con suelo arenoso

Hembra de Testudo hermanni hermanni

Hembra de gran tamaño mantenida en cautividad en Lloc de Menorca

Morfología
Algunos ejemplares de tortuga mediterránea que habitan en Menorca presentan una coloración de su caparazón más amarilla, en cambio en los ejemplares peninsulares dominan más los tonos negros. A su vez, la cabeza también adquiere unos tonos más claros en los ejemplares insulares.
En algunos artículos se comentaba que los ejemplares de Menorca tienen un tamaño algo superior a los continentales, pero de las observaciones hechas por diversos investigadores y aficionados se deduce lo

Vídeo: Le Village des Tortues (SOPTOM)

A continuación os mostramos un vídeo (en francés) para conocer la Village des Tortues (SOPTOM) ubicado en Gonfaron (Francia):




La tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans)


La tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans)
Detalle de la cabeza de una tortuga de orejas rojas (Trachemys scripta elegans)

Trachemys scripta elegans (Wied-Neuwied, 1839)
Tortuga de orejas rojas
Inglés: Red-eared slider
Alemán: Rotwangen-Schmuckschildkröte

Taxonomía: Pertenece a la familia Emydidae, y a la subfamilia Emydinae. El género Trachemys está formado por 14 especies, pero ésta sin duda es la más conocida a nivel mundial. La especie Trachemys scripta tiene solamente 3 subespecies, aunque anteriormente se le habían atribuido hasta 14 subespecies (las cuales han pasado a rango de especie o bien se incluyen como subespecies de otra especie).

Especies similares: Hay muchas especies que tienes bastantes similitudes con las tortugas de orejas rojas, pero normalmente las podemos identificar sin problemas observando dos características: su mancha roja detrás de los ojos y la ausencia de dibujos redondeados en su caparazón o cabeza. Suele confundirse con Trachemys scripta scripta y Trachemys scripta troosti.

Morfología: Es una especie que todos hemos visto muchas veces, ya que hasta hace algunos años era la única especie de tortuga que podíamos encontrar en la mayoría de tiendas.
Tienen el caparazón bastante plano, con tonalidades verdosas o marrones (en los adultos) y, en algunos machos adultos un color prácticamente negro.
Su plastrón es amarillento, con manchas muy definidas de tonos verdes en las crías y grandes manchas oscuras difuminadas en los adultos.
Tienen patas muy fuertes de tonos verdes o grisáceos. Sus patas posteriores son muy palmeadas, y en los machos podremos observar en sus patas anteriores largas uñas.

Trachemys scripta elegans
Crías de tortugas de orejas rojas

Hembra adulta de Trachemys scripta elegans
Hembra adulta de Trachemys scripta elegans

Macho adulto negro de Trachemys scripta elegans
Algunos machos adultos acaban adquiriendo tonalidades casi negras

Plastrón de dos crías de tortugas de orejas rojas
Plastrón de dos crías

Plastrón de una hembra adulta de Trachemys scripta elegans
Plastrón de una hembra adulta

Dimorfismo sexual: Es bastante sencillo identificar el sexo de nuestra tortuga cuando ya ha alcanzado la madurez sexual: Los machos tienen las uñas mucho más largas y la cola también más larga y ancha. Las

Pyxidea mouhotii - Tortuga caja carenada

Pyxidea mouhotii (Gray, 1862)
Tortuga caja carenada
Inglés: Keeled box turtle
Alemán: Indische Dornenschildkröte

Pyxidea mouhotii - Tortuga caja carenada
Detalle de la cara de una Pyxidea mouhotii

Taxonomía: El género Pyxidea está formado por una única especie. A su vez, Pyxidea mouhotii tiene dos subespecies.
En algunos libros podemos encontrar esta especie bajo el nombre de Cyclemys mouhotii o incluso Cuora mouhotii. En los próximos años es probable que haya cambios en la taxonomía de esta especie, pues es probable que se compruebe que está más emparentada de lo que se creía con tortugas de géneros similares.
Especies similares: Tiene un caparazón muy espinoso, que se puede parecer al de algunas Cyclemys y Heosemys. Con un poco de observación, será sencillo diferenciar estas especies.

Keeled box turtle
Juvenil - Imagen cedida por Manuel Romero

Morfología: Tiene el caparazón de color marrón, más o menos oscuro según cada ejemplar. En general es de color marrón claro, con una quilla central bastante marcada y dos quillas laterales un poco menos prominentes. Su caparazón tiene forma de hoja, ya que sus escudos marginales terminan con unos salientes.
Tienen el plastrón de color claro, con algunas manchas negras en la parte exterior. Tiene una pequeña articulación que le permite cerrar parcialmente el caparazón.
La cabeza es de color marrón oscuro, con algunos pequeños dibujos más claros, que con la edad se van perdiendo.
Las patas y la cola son también oscuras. En las patas no se observan membranas interdigitales.

Macho adulto de Pyxidea mouhotii
Macho adulto de Pyxidea mouhotii

Pyxidea mouhotii - Tortuga caja carenada
Grupo mantenido en cautividad

Plastrón de Pyxidea mouhotii
Plastrón de Pyxidea mouhotii - Imagen cedida por Stefano Redaelli
 
Subespecies: Esta especie se divide en dos subespecies:
- P.m. mouhotii - Habita en Myanmar, China, Tailandia, Laos y Vietnam. Tienen el cuerpo de color oliváceo

Instalaciones para tortugas terrestres (Testudo)


Recinto exterior para ejemplares adultos
Las tortugas terrestres mediterráneas son un tipo de tortugas muy adecuadas para mantenerlas al aire libre ya que son bastante resistentes al frío y si se les proporcionan unos cuidados adecuados pueden llegar a convivir muchos años con nosotros.
En este primer punto os contaremos como crear recintos para alojar ejemplares juveniles y adultos de tortugas de las siguientes especies: Testudo graeca, Testudo hermanni, Testudo ibera, Testudo marginata y Testudo horsfieldii.
Las zonas donde alojaremos tortugas de estas especies deberán ser poco húmedas (las especies Testudo graeca y Testudo horsfieldii toleran muy mal el exceso de humedad), con plantas que no requieran mucha humedad y que se puedan comer. Entre las plantas recomendables encontramos varios tipos de verduras (podemos plantar en el recinto coles, lechugas, ...), rúcula, canónigos, diente de león, cerraja, jaramago, berros, llantén (Plantago), lentejas (si enterramos algunas lentejas al poco tiempo saldrán las plantas, que son bastante recomendables para las tortugas), césped, hibiscus, parra, aloe vera, plantas crasas, chumberas (Opuntia), y un largo etc.

En estos recintos deberemos procurar que haya zonas con más o menos sol (podemos plantar pequeños arbustos para crear algunas zonas de sombra) y también con distinto nivel de humedad, para que las tortugas puedan elegir las zonas que prefieren en cada momento. En el caso de cuevas y zonas de descanso deberemos mantener siempre el nivel de humedad muy bajo. Debemos intentar crear un recinto con cierto desnivel, ya que así las tortugas aprovechan mejor la luz solar en épocas poco calurosas. También evitaremos que en caso de lluvia el agua se quede estancada, y además la mayoría de especies de tortugas terrestres prefieren realizar las puestas en zonas con un poco de pendiente, por lo que de esta forma creamos algunos puntos favorables para la puesta de huevos.
Estas tortugas son muy buenas escaladoras, por lo tanto deberemos rodear el recinto con alguna valla o muro de al menos 50-60 cm de altura, con las esquinas especialmente reforzadas (son las zonas más vulnerables). Esta valla debe estar hecha de un material lo más liso posible y que no sea transparente, ya que si las tortugas pueden ver el exterior intentarán escapar a todas horas.
En su hábitat están acostumbradas a escalar márgenes y grandes desniveles, por lo que es recomendable poner en su recinto algunos obstáculos, como piedras, troncos, cortezas, ... Eso les será muy provechoso, pues de esa forma harán ejercicio y estarán más sanas. (Para más información les recomendamos leer el artículo Enriquecimiento ambiental).

Algunos ejemplos de recintos para tortugas de los géneros Testudo:

Recinto con una gran cantidad de flores y plantas - Imagen cedida por Dixel

Recinto con césped natural - Imagen cedida por Chache

Recinto exterior en el CRARC  de Masquefa

Recinto con valla de madera y una lona para crear una zona con sombra - Imagen de Seth

Recinto con muro de ladrillo - Imagen de Bzawv

Este recinto puede cubrirse con una valla metálica para evitar el ataque de depredadores - Imagen de Bzawv

En estos recintos deberemos crear algunas cuevas donde puedan esconderse las tortugas durante las horas más calurosas, en los días de frío o lluvia, ...
Para evitar que pueda entrar el agua deberemos hacer que el nivel de tierra en la parte interior de la cueva sea bastante superior al nivel de tierra de las zonas colindantes.
También será imprescindible poner algún pequeño estanque con agua (también pueden servir platos grandes para macetas). Estos pequeños estanques no deben tener más de 10 cm de profundidad (para tortugas adultas), ya que estas tortugas no son buenas nadadoras y podrías ahogarse. Para ejemplares juveniles el agua deberá ser menos profunda, y para el caso de ejemplares adultos de gran tamaño de Testudo marginata la profundidad puede alcanzar los 20 cm.

Una teja de grandes dimensiones puede ser un buen escondrijo

Cueva hecha con grandes piezas de hormigón - Imagen cedida por Chache

Para los ejemplares adultos podemos crear una cueva con piedras y cemento

Gran cueva preparada para la hibernación - Imagen de Chache

Pequeño estanque para beber y bañarse - Imagen de Mik2307

Todas estas especies pueden hibernar al exterior, siempre que sea en zonas secas y bien soleadas. Con los ejemplares de Testudo graeca provenientes del continente africano deberemos evitar la hibernación al exterior en los meses más fríos. Durante estos meses pueden hibernar en zonas frescas y secas, pero que no tengan temperaturas extremadamente bajas.
Habrá que ir también con mucho cuidado con los ejemplares que se entierren en el recinto (muy habitual en Testudo horsfieldii) ya que estarán expuestas a las lluvias, lo que podría provocarles serios problemas respiratorios. Habrá que asegurarse que se ponen a hibernar en las zonas habilitadas.
En los meses más fríos deberemos llenar las cuevas con heno, hojas, pequeñas cortezas, coco chips, ... para que las tortugas se puedan enterrar y para que les dé calor. Durante este período deberemos asegurarnos que no acceda a estas zonas ninguna rata, ya que podría dañar seriamente a nuestras tortugas.

Recinto exterior para crías
Las condiciones de estos recintos son las mismas que para los citados anteriormente, con la diferencia de que su tamaño será mucho más reducido y de que deberá ponerse una valla en la parte superior para evitar que las crías puedan ser atacadas por aves o gatos.
Deberemos procurar que estos pequeños recintos tengan zonas de drenaje para evitar que puedan inundarse en días de lluvia. Se puede montar algún sistema que evite que se moje al llover, pero deberemos asegurarnos que no les tapa el sol.
Será imprescindible poner estos recintos en zonas soleadas, pero que tenga parte de sombra.
Al igual que con las tortugas adultas, en estos recintos deberemos poner algún pequeño plato con agua de 2-3 cm de profundidad y algún tipo de cueva donde puedan resguardarse.

Terrario exterior para Testudo horsfieldii - Imagen de Beatriz

Terrario cerrado - Imagen de Beatriz

Recinto para crías - Imagen de Dots

Detalle del recinto para crías - Imagen de Dots

Terrario exterior - Imagen cedida por 8mile

Ejemplo de mini terrario exterior - Imagen de Dots

Detalle del recinto con una tortuga leopardo - Imagen de Dots

Terrarios interiores
Como se ha comentado anteriormente estas tortugas son muy recomendables para mantenerlas al aire libre. En algunos casos no llegan a adaptarse bien a la vida en terrario.
En cambio las crías en su primer año de vida pueden ser mantenidas en terrario sin problemas, y de esa forma evitamos que tengan que hibernar con tan poco tamaño y peso (aunque hay muchos aficionados que dejan hibernar a los recién nacidos sin ningún problema).

El terrario para crías no debe tener un tamaño excepcionalmente grande, ya que solo lo habitarán de reducido tamaño.

Terrario interior con una lámpara cerámica para el calor - Imagen de Halctor

Detalle del terrario - Imagen de Halctor

El terrario de las fotos superiores es ideal para el mantenimiento de crías de Testudo. Se puede ver que hay todo lo que se necesita: una lámpara de cerámica para dar calor, algunas plantas para resguardarse y generar algo de humedad, un tiesto que sirve de cueva, un plato para comer y una pequeña fuente para beber, bañarse y para dar algo de humedad. Haría falta una lámpara UVA/UVB, pero como el terrario está al lado de la ventana ya le entra algo de sol (es un terrario solo para el invierno). Si fuera un terrario para siempre, sí que sería imprescindible la lámpara.

Artículo realizado por: Enric Pàmies

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