Instalaciones para tortugas terrestres (Testudo)


Recinto exterior para ejemplares adultos
Las tortugas terrestres mediterráneas son un tipo de tortugas muy adecuadas para mantenerlas al aire libre ya que son bastante resistentes al frío y si se les proporcionan unos cuidados adecuados pueden llegar a convivir muchos años con nosotros.
En este primer punto os contaremos como crear recintos para alojar ejemplares juveniles y adultos de tortugas de las siguientes especies: Testudo graeca, Testudo hermanni, Testudo ibera, Testudo marginata y Testudo horsfieldii.
Las zonas donde alojaremos tortugas de estas especies deberán ser poco húmedas (las especies Testudo graeca y Testudo horsfieldii toleran muy mal el exceso de humedad), con plantas que no requieran mucha humedad y que se puedan comer. Entre las plantas recomendables encontramos varios tipos de verduras (podemos plantar en el recinto coles, lechugas, ...), rúcula, canónigos, diente de león, cerraja, jaramago, berros, llantén (Plantago), lentejas (si enterramos algunas lentejas al poco tiempo saldrán las plantas, que son bastante recomendables para las tortugas), césped, hibiscus, parra, aloe vera, plantas crasas, chumberas (Opuntia), y un largo etc.

En estos recintos deberemos procurar que haya zonas con más o menos sol (podemos plantar pequeños arbustos para crear algunas zonas de sombra) y también con distinto nivel de humedad, para que las tortugas puedan elegir las zonas que prefieren en cada momento. En el caso de cuevas y zonas de descanso deberemos mantener siempre el nivel de humedad muy bajo. Debemos intentar crear un recinto con cierto desnivel, ya que así las tortugas aprovechan mejor la luz solar en épocas poco calurosas. También evitaremos que en caso de lluvia el agua se quede estancada, y además la mayoría de especies de tortugas terrestres prefieren realizar las puestas en zonas con un poco de pendiente, por lo que de esta forma creamos algunos puntos favorables para la puesta de huevos.
Estas tortugas son muy buenas escaladoras, por lo tanto deberemos rodear el recinto con alguna valla o muro de al menos 50-60 cm de altura, con las esquinas especialmente reforzadas (son las zonas más vulnerables). Esta valla debe estar hecha de un material lo más liso posible y que no sea transparente, ya que si las tortugas pueden ver el exterior intentarán escapar a todas horas.
En su hábitat están acostumbradas a escalar márgenes y grandes desniveles, por lo que es recomendable poner en su recinto algunos obstáculos, como piedras, troncos, cortezas, ... Eso les será muy provechoso, pues de esa forma harán ejercicio y estarán más sanas. (Para más información les recomendamos leer el artículo Enriquecimiento ambiental).

Algunos ejemplos de recintos para tortugas de los géneros Testudo:

Recinto con una gran cantidad de flores y plantas - Imagen cedida por Dixel

Recinto con césped natural - Imagen cedida por Chache

Recinto exterior en el CRARC  de Masquefa

Recinto con valla de madera y una lona para crear una zona con sombra - Imagen de Seth

Recinto con muro de ladrillo - Imagen de Bzawv

Este recinto puede cubrirse con una valla metálica para evitar el ataque de depredadores - Imagen de Bzawv

En estos recintos deberemos crear algunas cuevas donde puedan esconderse las tortugas durante las horas más calurosas, en los días de frío o lluvia, ...
Para evitar que pueda entrar el agua deberemos hacer que el nivel de tierra en la parte interior de la cueva sea bastante superior al nivel de tierra de las zonas colindantes.
También será imprescindible poner algún pequeño estanque con agua (también pueden servir platos grandes para macetas). Estos pequeños estanques no deben tener más de 10 cm de profundidad (para tortugas adultas), ya que estas tortugas no son buenas nadadoras y podrías ahogarse. Para ejemplares juveniles el agua deberá ser menos profunda, y para el caso de ejemplares adultos de gran tamaño de Testudo marginata la profundidad puede alcanzar los 20 cm.

Una teja de grandes dimensiones puede ser un buen escondrijo

Cueva hecha con grandes piezas de hormigón - Imagen cedida por Chache

Para los ejemplares adultos podemos crear una cueva con piedras y cemento

Gran cueva preparada para la hibernación - Imagen de Chache

Pequeño estanque para beber y bañarse - Imagen de Mik2307

Todas estas especies pueden hibernar al exterior, siempre que sea en zonas secas y bien soleadas. Con los ejemplares de Testudo graeca provenientes del continente africano deberemos evitar la hibernación al exterior en los meses más fríos. Durante estos meses pueden hibernar en zonas frescas y secas, pero que no tengan temperaturas extremadamente bajas.
Habrá que ir también con mucho cuidado con los ejemplares que se entierren en el recinto (muy habitual en Testudo horsfieldii) ya que estarán expuestas a las lluvias, lo que podría provocarles serios problemas respiratorios. Habrá que asegurarse que se ponen a hibernar en las zonas habilitadas.
En los meses más fríos deberemos llenar las cuevas con heno, hojas, pequeñas cortezas, coco chips, ... para que las tortugas se puedan enterrar y para que les dé calor. Durante este período deberemos asegurarnos que no acceda a estas zonas ninguna rata, ya que podría dañar seriamente a nuestras tortugas.

Recinto exterior para crías
Las condiciones de estos recintos son las mismas que para los citados anteriormente, con la diferencia de que su tamaño será mucho más reducido y de que deberá ponerse una valla en la parte superior para evitar que las crías puedan ser atacadas por aves o gatos.
Deberemos procurar que estos pequeños recintos tengan zonas de drenaje para evitar que puedan inundarse en días de lluvia. Se puede montar algún sistema que evite que se moje al llover, pero deberemos asegurarnos que no les tapa el sol.
Será imprescindible poner estos recintos en zonas soleadas, pero que tenga parte de sombra.
Al igual que con las tortugas adultas, en estos recintos deberemos poner algún pequeño plato con agua de 2-3 cm de profundidad y algún tipo de cueva donde puedan resguardarse.

Terrario exterior para Testudo horsfieldii - Imagen de Beatriz

Terrario cerrado - Imagen de Beatriz

Recinto para crías - Imagen de Dots

Detalle del recinto para crías - Imagen de Dots

Terrario exterior - Imagen cedida por 8mile

Ejemplo de mini terrario exterior - Imagen de Dots

Detalle del recinto con una tortuga leopardo - Imagen de Dots

Terrarios interiores
Como se ha comentado anteriormente estas tortugas son muy recomendables para mantenerlas al aire libre. En algunos casos no llegan a adaptarse bien a la vida en terrario.
En cambio las crías en su primer año de vida pueden ser mantenidas en terrario sin problemas, y de esa forma evitamos que tengan que hibernar con tan poco tamaño y peso (aunque hay muchos aficionados que dejan hibernar a los recién nacidos sin ningún problema).

El terrario para crías no debe tener un tamaño excepcionalmente grande, ya que solo lo habitarán de reducido tamaño.

Terrario interior con una lámpara cerámica para el calor - Imagen de Halctor

Detalle del terrario - Imagen de Halctor

El terrario de las fotos superiores es ideal para el mantenimiento de crías de Testudo. Se puede ver que hay todo lo que se necesita: una lámpara de cerámica para dar calor, algunas plantas para resguardarse y generar algo de humedad, un tiesto que sirve de cueva, un plato para comer y una pequeña fuente para beber, bañarse y para dar algo de humedad. Haría falta una lámpara UVA/UVB, pero como el terrario está al lado de la ventana ya le entra algo de sol (es un terrario solo para el invierno). Si fuera un terrario para siempre, sí que sería imprescindible la lámpara.

Artículo realizado por: Enric Pàmies

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