Tortugas

SOBRE LAS TORTUGAS

Etimología
La palabra tortuga deriva de la palabra en latín "tartaruchus" (demonio), que a su vez deriva del griego: "tartarukus", palabra formada por "tartaros" (infierno) y "ekhein" (habitar). Se bautizó este animal con el nombre de "demonio" por que se observaron tortugas saliendo del barro, lo que se asemejaba a salir del fondo de la tierra (el infierno).
Estos animales también pueden ser llamados quelonios, palabra que deriva de Chelonia (dentro de la clase Reptilia es el orden que incluye todas las tortugas). Esta palabra tiene orígenes griegos: "quelon", palabra que significa "duro" o "rígido", atributo que todos conocemos del caparazón de una tortuga.
En nuestro idioma solemos llamar a las tortugas de todo tipo por el mismo nombre, sólo especificando su hábitat: tortuga terrestre, tortuga marina, ...
Sólo tenemos una palabra que denomina algunas tortugas de hábitos dulceacuícolas: galápago.
En cambio en inglés tienen una gran cantidad de palabras que describen los distintos tipos de tortugas: turtle (tortuga en general, tortuga acuática), tortoise (tortuga terrestre), terrapin, slider, cooter, ...

Evolución
Las primeras "tortugas prehistóricas" aparecieron hace 200 millones de años, aunque anteriormente ya habían aparecido algunos animales con un caparazón córneo. Desde entonces las tortugas han ido evolucionando y adaptándose a los distintos medios y hábitats del mundo.
Estos animales han superado glaciaciones, calentamientos globales y todo tipo de catástrofes, incluso las que acabaron con los dinosaurios. En algunas especies podemos apreciar todavía algunas formas y dimensiones que nos recuerdan a los dinosaurios.

Morfología
La principal característica que presentan las tortugas es la presencia de un caparazón córneo que les protege el cuerpo. Este caparazón se formó durante miles de años de evolución en los que poco a poco se fueron ensanchando las costillas, hasta tal punto que llegaron a quedar unidas formando una rígida caja que protege el cuerpo de estos animales. Por lo tanto, el caparazón está "soldado" a la columna vertebral y no es posible separar a la tortuga de su caparazón (como ocurre con frecuencia en los dibujos animados).
El caparazón está formado por distintos huesos en forma de placas, y encima de ellos podemos observar distintas placas córneas. Las placas óseas no coinciden con las placas córneas, lo que hace que se caparazón sea realmente una gran armadura muy consistente.
Hay que concretar también que la palabra caparazón es genérica, y se divide entre el espaldar (parte superior del caparazón) y el plastrón (parte ventral).
Podemos encontrar muchos tipos de caparazón distintos, incluso cabe resaltar que algunas especies de tortugas no poseen caparazón córneo (en lugar de esto tienen una piel dura). Las tortugas, al igual que el resto de reptiles, tienen la necesidad de cambiar la piel (y los escudos del caparazón) para poder crecer. Esto lo pueden hacer una o más veces al año.

Ecología y reproducción
Las tortugas son animales ectotérmicos (llamados comúnmente de sangre fría), lo que significa que su temperatura corporal depende de las condiciones ambientales. Por esta razón durante las horas más calurosas de los días de verano se esconden en largos túneles o se entierran varios centímetros bajo la superficie terrestre, y durante los meses más fríos del invierno entran en letargo para hibernar y reducir al mínimo el consumo energético de su cuerpo (con temperaturas tan bajas no llegan a estar activas y no se alimentan, por lo que sólo consumirían energía y no la repondrían al no poderse alimentar).

Podemos encontrar tortugas en todos los continentes (excepto en la Antártica, aunque en otros tiempos también habían estado presentes en otras épocas en el continente helado), pero donde hay un mayor número de especies es siempre en las zonas más templadas. De todas formas, las tortugas han conquistado prácticamente todos los hábitats de nuestro planeta: selvas lluviosas (pluviselvas), estepas, desiertos, mares y océanos de todo el planeta, ríos y lagos, lagunas con agua salobre, zonas pantanosas, ríos de alta montaña (donde nieva durante todo el invierno), ... por lo que la mayoría de países del mundo tienen entre su fauna autóctona tortugas de distintas especies.

Las tortugas son animales ovíparos, por lo que se reproducen mediante la puesta de huevos. Todas las especies realizan las puestas en zonas terrestres (incluso las tortugas marinas deben salir a la playa para poner los huevos). La mayoría de ellas excavan un nido varios centímetros bajo tierra donde pondrán los huevos para posteriormente taparlo, aunque algunas especies ponen los huevos entre la hojarasca del subsuelo (algunas especies incluso construyen nidos elevados del suelo con tierra y hojas, como las Manouria emys).
Estos huevos se incubarán a temperaturas constantes (la temperatura bajo tierra no tiene grandes oscilaciones), y en muchas especies esta temperatura es la que marcará si las tortugas que van a nacer son machos o hembras.

Cultura y conocimiento de las tortugas
Un hecho muy curioso relacionado con estos animales es que son conocidos por todo el mundo (todos hemos visto documentales en los que salen grandes tortugas marinas poniendo huevos, y casi todos hemos tenido una pequeña tortuga acuática en casa) pero realmente muy pocos saben alguna cosa importante de estos animales (cuidados necesarios, la gran cantidad de especies distintas que existen, ...).

En la cultura popular de todos los países ha estado siempre presentes las tortugas de las que se creía que daban suerte o incluso eran animales sagrados (su longevidad y su sabiduría eran muy importantes para la cultura china). A pesar de esto ha supuesto una importante fuente de alimentación para muchos pueblos, y en algunas zonas del planeta sus huevos han sido también recogidos para utilizarse como alimento y, supuestamente, para dar una mayor fertilidad a los hombres.
También en los cuentos populares se ha utilizado mucho la figura de la tortuga (como en el cuento de la liebre y la tortuga), y está presente también en muchos dibujos animados y en viñetas humorísticas.

Futuro de las tortugas en el planeta
El ser humano ha demostrado a lo largo de los siglos que es una gran amenaza para el planeta, puesto que es capaz de modificar ecosistemas y extinguir especies en pocos años.
La contaminación y la destrucción de hábitats son dos de las causas más importante de reducción de poblaciones y extinción de algunas especies, a los que debemos sumar la captura con fines comerciales o culinarios. La tortugas asiáticas son actualmente unos de los quelonios con un mayor riesgo de extinción, puesto que no se están llevando a cabo muchos proyectos de protección de las distintas especies que habitan en estas regiones.
Un problema ambiental preocupante en muchos países es la introducción de especies alóctonas (provenientes de otras regiones). El caso más conocido es el de las tortugas de orejas rojas (Trachemys scripta elegans), una verdadera plaga en muchos países europeos e incluso de países de oriente (Malasia, ...).
Es difícil prever qué pasará en los próximos años, pero lo que está claro es que si no aumentan los proyectos de conservación en todo el mundo poco a poco irá disminuyendo el número de especies.


Decenas de ejemplares de tortugas americanas (géneros Trachemys y Pseudemys). Estos animales se están convirtiendo en una plaga en muchos países - Imagen de Enric Pàmies

Artículo escrito por: Enric Pàmies



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...