Tortuga leopardo (Stigmochelys pardalis) - Imagen de Enric Pàmies |
Stigmochelys pardalis (Bell, 1828)
Tortuga leopardo
Inglés: Leopard tortoise
Alemán: Pantherschildkröte
Taxonomía: Pertenece a la familia Testudinidae (tortugas de tierra). Recientemente se está discutiendo sobre si pertenece al género Geochelone, como se había dicho siempre, si ponerla en el género Centrochelys (junto a Geochelone sulcata) o crear un género propio para dicha especie (Stigmochelys). La he incluido en este nuevo género basándome en algunos autores, pero es probable que con el tiempo se determine con más exactitud el género al que pertenece.
Es la única especie de este nuevo género Stigmochelys.
Se le reconocen dos subespecies: S.p. pardalis y S.p. babcocki.
Especies similares: La especie que tiene la distribución y hábitos más similares a la tortuga leopardo es la Centrochelys sulcata, o tortuga de espolones. Es muy fácil distinguirlas físicamente, puesto que la tortuga leopardo es más pequeña, más abombada y tiene una coloración muy distinta.
Morfología: Esta especie de tortuga recibe el nombre de tortuga leopardo debido a que tiene el caparazón de color claro con manchas negras, que pueden recordar a la coloración del leopardo.
Tienen el caparazón muy abombado, y se les distinguen claramente los escudos de crecimiento. En los adultos el caparazón tiene una base clara (entre blanco y amarillento) con pequeñas manchas negras. En ejemplares muy viejos se aprecian mucho menos las manchas oscuras.
Los juveniles pueden tener una coloración muy atractiva: color negro en el borde de los escudos, con un centro de color claro y con pequeños dibujos en marrón.
El plastrón en los adultos es de color claro, sin ningún dibujo.
Tanto la cabeza como las patas son de color marrón claro, sin manchas. En la cabeza de estas tortugas podemos ver, encima de su nariz, dos grandes escamas.
La verdad es que esta tortuga tiene una coloración que le facilita el camuflaje en su hábitat, en la sabana africana.
Tortuga leopardo adulta - Imagen de Natus |
Detalle de la cabeza - Imagen de Enric Pàmies |
Vista superior - Imagen de Enric Pàmies |
Tortuga leopardo con una coloración poco usual - Imagen de unaizoco |
Plastrón - Imagen de Unai2 |
Subespecies: Existen dos subespecies aceptadas, pero debido a su amplio rango de distribución y a la variedad de hábitats en que se la encuentra, es probable que realmente existan más subespecies. Existen unas poblaciones procedentes de Somalia y Etiopía que podrían suponer una tercera subespecie llamada Stigmochelys pardalis somalica. Su gran diferencia radica en el tamaño: pueden llegar a medir más de 65 cm y pesar más de 40 kg. Esta subespecie no está reconocida por la mayoría de expertos, y algunos aficionados incluso creen que podía ser un híbrido entre pardalis y sulcata (aunque es poco probable).
- S.p. pardalis: Se la puede encontrar el la parte oriental de la República Sudafricana y al sur de Namibia, y en algunas otras zonas. Los recién nacidos de esta subespecie tienen dos puntos negros en el centro de los escudos vertebrales. Es un poco más aplanada que la otra subespecie, y el macho es más grande que la hembra.
- S.p. babcocki: Se la puede encontrar en África oriental, desde Etiopía hasta la República Sudafricana. Los recién nacidos solo tienen un punto o ninguno en los escudos vertebrales. Es un poco más abombada que la otra subespecie, y en este caso el macho suele ser menor que la hembra.
Recinto con más de 20 ejemplares gigantes |
Ejemplares de la variedad "somalica" - Imagen de Boettgeri |
Dimorfismo sexual: No es sencillo distinguir ambos sexos en esta especie. Las principales características son que los machos tienen cierta concavidad en el plastrón y tienen también la cola un poco más grande. También puede observarse que en los machos los escudos anales son más cerrados que en las hembras.
Tamaño: Pueden alcanzar los 60-65 cm de largo y los 35 Kg de peso, aunque algunos ejemplares procedentes de Somalia y Etiopía pueden llegar a crecer bastante más.
Distribución: Tiene una amplia zona de distribución que abarca toda la zona del este y sur de África, desde Etiopía y Somalia hasta la República Sudafricana, Namibia y Angola..
Hábitat: Su hábitat acostumbran a ser sabanas y praderas semiáridas, pero también se la puede encontrar en zonas más desérticas y en algunas zonas montañosas. Se han llegado a encontrar ejemplares por encima de los 2000 metros de altitud.
Mantenimiento: Se trata de una especie con altos requerimientos de calor, pero a pesar de esto es una especie muy apta para la vida en cautividad.
Deberemos tener lámparas de luz UVB (suele usarse un tubo del tipo 8.0, para especies tropicales y
desérticas, aunque algunas marcas no fabrican este tipo de tubos por lo que podemos pasar a utilizar un 5.0) y lámparas calentadoras, que hagan que en el terrario haya puntos desde 22 ºC hasta 34 ºC.
Necesitará mucho espacio, ya que es una especie a la que le gusta mucho andar y además se debe tener en cuenta su considerable tamaño. El substrato debe estar formado por mantillo, coco y cortezas, y también arena. Deberemos humidificar el terrario al menos 1 vez cada dos días, ya que aunque muchos libros aconsejen lo contrario, estas especies pueden tolerar la humedad (siempre que no sea excesiva) sin problemas. Este aporte de humedad ayudará a que las tortugas crezcan bien lisas, sin piramidizar. En su terrario deberá haber también un recipiente poco profundo con agua, donde se bañarán de vez en cuando. El agua deberá cambiarse a diario, puesto que suelen defecar en ella.
En verano es aconsejable mantenerla al exterior, siempre que los días sean calurosos. Debe tener una pequeña cabaña para esconderse en los días más fríos y lluviosos.
Es posible mantenerla en invierno en una cabaña acondicionada (con calefacción y luz) al exterior, siempre y cuando la tortuga ya sea adulta y tenga un buen tamaño.
Debe tener un recipiente con agua poco profundo, para poder beber y bañarse.
Esta especie puede soportar una humedad no excesivamente alta, siempre que no vaya acompañada de frío.
Cría de Stigmochelys pardalis babcocki en su terrario - Imagen de Enric Pàmies |
Durante el crecimiento podemos observar unas bandas blancas entre sus escudos - Imagen de Enric Pàmies |
Stigmochelys pardalis juvenil - Imagen de Enric Pàmies |
Stigmochelys pardalis somalica - Imagen de Juan Carlos Peris |
Alimentación: Es una especie estrictamente herbívora. Se deberá alimentar a base de plantas silvestres y vegetales. Los más recomendables son: césped, diente de león, achicoria, heno, alfalfa, trébol, lechuga, escarola, col china, endibia y un poco de zanahoria. No se debe abusar de las coles y espinacas, pues tienen demasiado ácido oxálico. Tampoco es recomendable darles vegetales jugosos, como tomate, pepino,...
El cactus sí que puede formar parte de su dieta, ya que contiene gran cantidad de fibra. También aceptará hojas de algunos árboles y malas hierbas.
Nunca se les debe suministrar fruta.
Se recomienda que se le complemente la dieta con calcio, pues tiene un crecimiento muy rápido.
La cantidad de alimento no deberá ser excesiva, ya que si no estas tortugas crecerán de forma acelerada, lo que puede provocar piramidización de los escudos.
Grupo alimentándose - Imagen de Antonio Alcalá-Zamora |
Comportamiento: Es una especie que si se cuida a la temperatura y humedad adecuadas se adapta bien al terrario. No acostumbra a ser agresiva.
No se debe permitir que haga la hibernación, porque no la soportaría.
Si se le da una dieta variada y equilibrada, esta atractiva tortuga podrá vivir largos años a nuestro lado.
Reproducción: La puesta suele constar de unos 10 huevos, pero este número puede variar entre 5 y 30. Pueden haber varias puestas en un mismo año, hasta un total de seis.
Las crías cuando nacen miden entre 4 y 5 cm. La incubadora debe estar entre 28 y 30 ºC, y la humedad deberá ser de un 80 %. El tiempo de incubación está entre 140 y 180 días, aunque en libertad puede durar casi un año (dependiendo de las condiciones climatológicas).
Tortugas leopardo durante la cópula - Imagen de Antonio Alcalá-Zamora |
Ejemplares de la variedad gigante durante la cópula - Imagen de Boettgeri |
Detalle del macho durante la cópula - Imagen de Boettgeri |
Hembra poniendo huevos - Imagen de Antonio Alcalá-Zamora |
Nacimiento de una cría - Imagen de Antonio Alcalá-Zamora |
Nacimiento de una cría - Imagen de Antonio Alcalá-Zamora |
Problemática: El principal problema de esta especie es que necesita un recinto bastante amplio, muy seco y bastante caluroso. Si no se cumplen estos requerimientos, puede padecer enfermedades respiratorias graves.
La alimentación debe ser variada, y estas tortugas pueden consumir una gran cantidad cada día.
Actualmente se pueden encontrar ya una gran cantidad de tortugas de esta especie (sobretodo S.p. babcocki) criadas en cautividad en nuestro país, por lo que se evita la recolección masiva con fines comerciales.
Legislación: Está incluida en el Apéndice II de la CITES.
Bibliografía consultada:
- AVANZI, M. / MILLEFANTI, M. (2004) - El gran libro de las tortugas. Editorial De Vecchi, Barcelona.
- BONIN, F. / DEVAUX, B. / DUPRÉ, A. (2006) - Tortugas del mundo. Lynx edicions, Barcelona.
- FIFE, R. / FIFE, J.D. (2006) - Leopard tortoises. The Turtle and Tortoise Preservation Group's.
- VETTER, Holger (2005) - Leopard and African Spurred Tortoise. Edition Chimaira, Frankfurt.
- VETTER, Holger (2002) - Turtles of the world Vol.1. Africa, Europe and Western Asia. Edition Chimaira, Frankfurt.
Artículo realizado por: Enric Pàmies