Iguana verde (Iguana iguana)

Iguana verde
 
Esperanza de vida: 10-15 años
Longitud corporal: 1.5-2 metros
Hábitat: Arbóreo

La iguana verde es un animal diurno y folívoro. Se pasa gran parte del día tomando el sol y comiendo hojas de los árboles donde se encuentra. Pocas veces baja al suelo. Es un animal solitario y territorial.

¿Cómo lo tengo que mantener?

El tamaño del terrario debería ser proporcional al tamaño que alcanzará el animal en estado adulto y se ha de tener en cuenta que ha de ser más alto que ancho, ya que las iguanas se sienten más cómodas encima de las ramas y los troncos. Se tendría que prever que necesitaremos un terrario muy grande porque las iguanas pueden llegar a medir 2 metros de longitud. Podremos acondicionar un armario o, incluso, una habitación entera.

Como todos los reptiles, las iguanas no pueden regular la temperatura corporal y, como provienen de climas tropicales, el terrario tendrá que estar a unos 25ºC en el punto más frío del terrario y a unos 30-32ºC en el punto más caliente. Durante la noche la temperatura tendrá que bajar a 20-22ºC.

También es imprescindible para ellas la radiación ultravioleta del espectro B (UVB). En la naturaleza la reciben del sol pero en cautividad se la tendremos que proporcionar nosotros artificialmente con un fluorescente especial para reptiles o una bombilla (por ejemplo las de vapor de mercurio), siempre y cuando no la podamos sacar al sol directo. Se ha de tener en cuenta que las fuentes de radiación ultravioleta pierden su efectividad transcurridos 6-8 meses aunque continúen dando luz, con lo que tendremos que irlos renovando periódicamente. Además, tanto el fluorescente como la bombilla no deben estar protegidos por ningún plástico, cristal,  tela mosquitera.

Como sustrato para el terrario podemos escoger un material liso como el papel de periódico que, aunque no es muy estético, es muy higiénico. También se puede utilizar algún sustrato comercial teniendo en cuenta que el tamaño de las partículas tiene que ser suficientemente grande como para que la iguana no se las pueda tragar por equivocación o suficientemente pequeño como para que si se las come puedan transitar por el estómago y el intestino sin provocar retenciones u obstrucciones (tierra de coco o turba por ejemplo).

Es conveniente que dispongan de un recipiente con agua dentro del terrario en el que puedan beber y remojarse. Es también una buena práctica de manejo bañar a la iguana de manera rutinaria 1 ó 2 veces por semana en una bañera o recipiente con 2-3 dedos de agua tibia (28ºC) durante 20-30 minutos. Con esto conseguiremos que el animal se hidrate y estimularemos la motilidad de su tracto intestinal.

Si la iguana se mantiene en un terrario, tenemos que tener en cuenta la ventilación de éste, es decir, tiene que tener agujeros o rejas de ventilación en la parte alta y baja del terrario para crear una corriente de convección, evitar que el aire se enrarezca y conseguir que no haya un exceso de humedad.

¿Qué come?

Las iguanas son animales estrictamente herbívoros. En la naturaleza comen las hojas de los árboles donde se encuentran, sobre todo de mango. En cautividad tendremos que proporcionarle una dieta vegetal variada consistente en un 70% de hojas verdes (escarola, acelgas, espinacas, lechuga, canónigos, berros, endibias, hojas de zanahoria, col, flores y hojas de diente de león, trébol, césped...), un 20% de otras verduras (calabacín, pepino, pimiento, zanahoria...) y un 10% de frutas (opcional, se puede prescindir de ésta). A las iguanas pequeñitas les cortaremos la ración diaria en trocitos pequeños para facilitarles la masticación y minimizar que escojan los ingredientes que más les gusta. Se ha de suplementar la dieta con un preparado en polvo de carbonato cálcico 3-4 veces por semana y un multivitamínico que contenga vitamina D3 una vez por semana.

¿Se tiene que vacunar y desparasitar?

No hay vacunas para iguanas, en cambio, sí que es muy recomendable desparasitarlas una vez al año contra parásitos internos. Lo mejor es hacer un examen coprológico (de los excrementos) y determinar qué parásitos tiene para poder proporcionarle el tratamiento más correcto. También pueden tener parásitos externos como ácaros o garrapatas. En este caso sólo es necesario desparasitar si el animal está infectado. Los ácaros se suelen coger de los troncos que se ponen para decorar el terrario, por eso es recomendable comprar siempre los troncos en tiendas especializadas y no adquirirlos de la naturaleza. Aún y así, es mejor lavarlos bien con agua y lejía antes de introducirlos en el terrario.

¿Me puede pasar alguna enfermedad?

Los reptiles pueden ser portadores de algunas bacterias y parásitos que pueden pasar a las personas sin que el animal muestre signos de enfermedad. La enfermedad más importante y conocida es la Salmonelosis. Tienen más riesgo de infección los niños pequeños, las personas mayores y aquellas que estén muy inmunodeprimidas. Si hay personas con riesgo en contacto con el animal se puede realizar un análisis para confirmar o descartar la presencia de este microorganismo. En caso afirmativo podemos establecer un tratamiento para eliminar la bacteria. De todas maneras, con una higiene normal se reducen al mínimo las posibilidades de contagio; debemos lavarnos las manos después de manipular el animal, no deberemos dejar que se pasee por la cocina o lugares donde se prepare comida y tirar el agua de limpieza del terrario y las heces del animal al water. No deberemos dar besos al reptil y desinfectar periódicamente el terrario con agua y lejía.

Texto e imágenes: Clínica Veterinària Exòtics

  
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